Cultivador

Cavador para enganche de tres puntos al tractor.

Bajo el nombre genérico de cultivador se reúne un conjunto de máquinas agrícolas provistas de brazos, que en sus extremos llevan rejas muy diversas que cumplen diferentes funciones. Entre ellas se pueden mencionar principalmente la labranza vertical superficial, la eliminación de malezas y de ciertos cuidados culturales de los cultivos en hileras. En la mayoría de los casos las rejas son intercambiables, de modo que una misma máquina puede realizar las tareas de los distintos tipos de cultivadores con sólo cambiar de reja. En algunos casos los brazos van provistos de zafes que permiten levantar la reja cuando se encuentran con una resistencia muy superior como por ejemplo raíces leñosas, piedras, etc. evitando su rotura. La profundidad de trabajo puede ser regulada por el operador.

El cultivador se diferencia del arado cincel en que sus brazos son menores que los arcos de este pues trabaja a menor profundidad.[1]

Los cultivadores del tipo dentado suelen tener una forma similar a los arados de cincel, pero sus objetivos son diferentes. Los dientes del cultivador trabajan cerca de la superficie, normalmente para controlar las malas hierbas, mientras que los vástagos del arado de cinceles trabajan en profundidad bajo la superficie, rompiendo la capa dura. Por consiguiente, el cultivo requiere mucha menos potencia por vástago que el arado de cincel.

Los pequeños cultivadores dentados, empujados o tirados por una sola persona, se utilizan como herramientas de jardinería a pequeña escala, por ejemplo, para uso propio o para pequeñas huertas. Los motocultores de tamaño similar combinan las funciones de la grada y el cultivador en una sola máquina polivalente.

Los cultivadores suelen ser autopropulsados o arrastrados como un accesorio detrás de un tractor de dos o cuatro ruedas. En el caso de los tractores de dos ruedas, suelen estar fijados de forma rígida y se accionan mediante acoplamientos a la transmisión del tractor. En el caso de los tractores de cuatro ruedas, suelen fijarse mediante un enganche de tres puntos y son accionados por una toma de fuerza. El enganche de la barra de tiro también se sigue utilizando comúnmente en todo el mundo. La tracción animal se sigue utilizando a veces hoy en día, siendo algo común en los países en vías de desarrollo aunque poco frecuente en las economías más industrializadas.

Las labores de labranza dejaron de realizarse con la introducción de la siembra directa en los cultivos extensivos, pero siguen realizándose en muchos cultivos intensivos.

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